Mi nombre es Simón, un ingeniero cristiano en Costa Rica

Por allá de 1992-1993 mi mamá tuvo el atino de regalarme una revista sobre electrónica. Ese fue el comienzo de un emocionante viaje que continúa hasta el día de hoy. Aquellas primeras notas sobre el circuito integrado 555, junto con unas pocas resistencias, capacitores, un led y una batería cuadrada, me dieron el impulso necesario para decidir por la carrera de electrónica, primeramente en el COVAO y luego en el Tecnológico de Cartago.

Más o menos por la misma época me presentaron el evangelio de Jesucristo y logré entender la gracia salvadora de Dios. Mi encuentro con el Jesús bíblico en el aquel campamento del Grupo La Vida, fue transformador. A partir de ese momento mi vida nunca volvió a ser la misma. ¡Gloria a Dios por eso!

Unos pocos años después, en el 2001, tuve la dicha de conocer a la que se convertiría en mi ayuda idónea y compañera de mil aventuras, mi Silvita. Este año cumplimos 15 añototototes de ser esposos.

Ya para entonces estaba haciendo la transición formalmente a la que ha sido mi casa y mi familia espiritual a lo largo de estos años de descubrimiento y mucho trabajo: La Iglesia del Este, la cual amo con todo mi corazón.

Actualmente trabajo para Intel, una empresa que se ha ganado mi fidelidad, esfuerzo y dedicación, y en la cual he encontrado personas súper valiosas, que están enriqueciendo mi vida grandemente.

En estas cosas estoy ocupado, invirtiendo mi tiempo, talento, tesoro y testimonio, para edificación.